Guamuhaya: Las montañas del Centro de Cuba.

La Cordillera Guamuhaya es una de las zonas más ricas de la geografía villaclareña.

Su relieve abrupto, la abundante vegetación y la existencia del único lago intramontano de Cuba le conceden un atractivo natural enriquecido por las instalaciones turísticas que allí se explotan.

En las mismas márgenes de la Presa Hanabanilla, la más antigua del país, está enclavado el Hotel del mismo nombre perteneciente a la Cadena Islazul que recibe a turistas nacionales y foráneos interesados en disfrutar encantos tales como la pesca deportiva de la trucha, el viaje fluvial al restaurante Río Negro, el recorrido por los senderos naturales interpretativos, el baño en la Cascada o la visita a Casa del Campesino para degustar un rico café.

Pero en Guamuhaya, conocido durante mucho tiempo como el Escambray villaclareño hay mucho más que bellezas naturales.

Existen otras riquezas que contribuyen al desarrollo de esa región montañosa: los cultivos del café y el tabaco reconocidos por la calidad de ambos en el mercado internacional. Allí existen estaciones experimentales para su estudio en aras de lograr mejores rendimiento y productos de alta calidad, mientras que la Hidroeléctrica Hanabanilla, la fábrica de Botes plásticos, la Empresa Militar Industrial Che Guevara son algunos de los centros que evidencian el valor económico de este territorio.

Como parte del Plan Turquino la montaña villaclareña exhibe hoy un desarrollo social digno de destacar.

Sus habitantes cuentan con servicios estables de salud y educación al nivel de las ciudades. Ya se han instalado 115 computadoras en todas las escuelas, muchas de las cuales requieren de paneles solares para el funcionamiento de los televisores y videos que demanda el programa educacional.

Se han montado Salas de Televisión con un papel social importante en las Comunidades más intrincadas y se han terminado numerosas viviendas en los últimos meses.

Con todos estos elementos lo invito ahora a que conozca uno de los territorios más bellos de la Isla, donde el verde su naturaleza, el aroma de sus suelos y la laboriosidad y hospitalidad de su gente le imprimen un sello de cubana difícil de olvidar.