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DIVERSIDAD ENTRE PLAYAS Y MONTAÑAS

DIVERSIDAD ENTRE PLAYAS Y MONTAÑAS

Las
bellezas naturales, la historia, la cultura, la ubicación geográfica
y la cordialidad
de su gente son atributos que distinguen a la provincia más central de Cuba.



 



Villa Clara es un territorio
caracterizado por su diversidad, privilegiado con hermosas playas, llanuras,
montañas y ríos. La laboriosidad de sus habitantes lo convierte en una región
próspera, con ciudades ricas en tradiciones que ofrecen al visitante múltiples
opciones, según sus gustos.



Quién se disponga a recorrerla
encontrará en el noroeste el Balneario Elguea, de aguas mineromedicinales,
donde a cada instante se apuesta por la calidad de vida.  En esa 
misma zona se ubican las playas Ganuza, el Salto y Sierra Morena con campismos
que acogen a miles de vacacionistas.



 



En el noreste villaclareño se
combinan la historia y el turismo de ciudad que ofrece la cuatricentenaria
Villa de San Juan de los Remedios, con lo pintoresco de Caibarién y la
paradisíaca Cayería, unida a tierra firme 
por un pedraplén ecológico de 48 kilómetros.



 



Remedios se considera como el
asentamiento que dio origen a la provincia en 
1515, villa colonial pletórica de leyendas, monumentos y una arraigada
cultura cosechada por hijos talentosos como Alejandro García Caturla y  Zayda del Rio.



 



Su más fuerte tradición la ha
hecho trascender: Las Parrandas Remedianas, un jolgorio lleno de colores,
sonidos, ritmos y desafíos, considerada entre las tres fiestas nacionales de
Cuba.



 



Caibarién, el enlace entre la
antigua Villa y las playas, sorprende por sus características de pueblo
pesquero, con gente curtida por el sol y el salitre, familias enteras que viven
del mar y se conocen por apodos muy singulares.



 



Apenas se adentra la carretera
sobre el mar van apareciendo zonas de manglares, playas en formación, bandadas
de aves y puentes cada un kilómetro para mantener el intercambio de las mareas y
garantizar el equilibrio ecológico, elementos que se tuvieron en cuenta para
otorgarle el reconocido Premio Iberoamericano “Puente de Alcántara”, en el
2001.



 



El paisaje marino va dando
paso a islotes diseminados, ahora unidos por el vial, donde reina una rica
fauna endémica y una exuberante vegetación, protectora de la extensa franja de
arena de las playas Las Brujas, Ensenachos y Santamaría, donde se lleva a cabo
un acelerado desarrollo turístico que permitirá contar en los próximos años con
cerca de 10 mil habitaciones.



 



En el centro de la provincia
el mayor atractivo resulta Santa Clara, la ciudad capital, con lugares como el
Conjunto Escultórico Che Guevara donde reposan los restos del Guerrillero de
América y sus compañeros de lucha, por considerarse esta la ciudad Cubana del
Che. Otros sitios también recuerdan su presencia en los años de la guerra
libertaria.



 



Santa Clara constituye una
plaza importante para la cultura cubana y para el turismo de eventos, pues
cuenta con un potencial científico en su Universidad Central Marta Abreu de Las
Villas, sus centros de investigación y otros Institutos de Enseñanza Superior.
Con este fin ha desarrollado una infraestructura que incluye al Centro de Convenciones
Bolívar, el ExpoCentro (sede cada marzo de la Feria Comercial del Centro) y
Villa La Granjita, instalaciones dispuestas para encuentros profesionales de
mediano y pequeño formato.



 



La región de mayor  verdor y exhuberancia se ubica en el centro
sur de la provincia, donde se enclava el Macizo Guamuhaya, con su accidentado
relieve y extraordinaria belleza, sorprendente por los saltos de agua, grutas y
sitios arqueológicos. Una flora abundante y variada da cobija a numerosas
especies de reptiles, aves, insectos y lo convierte en el escenario ideal para
practicar el senderismo por las siete rutas ya 
exploradas. Entre montañas reposa el Lago Hanabanilla, único lago
intramontano de Cuba que da nombre al hotel erguido en sus márgenes y conocido
por los amantes de la pesca de la trucha.



 



La gran diversidad natural de
la provincia más central de la Isla es de fácil acceso, su ubicación geográfica
la acerca a los principales polos turísticos y la convierte en el núcleo de las
comunicaciones por carretera y ferrocarril para unir el occidente con el
oriente, lo que permite afirmar que en Cuba todo está cerca de Villa Clara.



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