Como celebramos el Día Mundial de la Tierra?

El 22 de abril, Día de la
Tierra, se celebra en muchos países en el empeño de crear una
conciencia común encaminada a encontrar vías de solución a estos desafíos de la
humanidad.  

Corría el año 1854 y el entonces Presidente de los Estados Unidos, Franklin
Pierce,  hizo una oferta al jefe de los Pieles Rojas de Seattle para
comprarles sus tierras.

La respuesta del jefe indio, Noah Sealth,  es hoy un documento
profético, que nos convoca a pensar, en un planeta tan convulso, cuánto debemos
hacer cada uno de los seres humanos, en la protección de la naturaleza.

En su mensaje decía: “La tierra debe ser respetada. Enseñen a sus hijos lo
que los nuestros ya saben, que la tierra es nuestra madre. Lo que la tierra
padezca será padecido por sus hijos.

Nosotros estamos seguros de esto: la tierra no es del hombre, sino que el
hombre es de la tierra. Nosotros lo sabemos, todo se armoniza, como la sangre
que emparenta a los hombres. Todo se armoniza. El hombre no teje el destino de
la vida. El hombre es sólo una hebra de ese tejido”.

Y más adelante, con esa sabiduría milenaria, el jefe de los Pieles
Rojas  añadía: “¿Qué ha sucedido con las plantas?

Están destruidas. ¿Qué ha sucedido con el águila? Ha desaparecido. De hoy en
adelante la vida ha terminado, ahora empieza la sobrevivencia”.

Las palabras del jefe indio Noah Sealth retoman un particular sentido en
estos tiempos, cuando son más palpables que nunca los problemas asociados a la
contaminación de los ríos y los mares, el cambio climático, las guerras, los
desastres naturales  y el incremento de especies en vías de extinción.

 

Salvar la vida para que no extinga el planeta, de eso se trata,  como han
advertido y siguen advirtiendo líderes mundiales como Fidel Castro, que en
tribunas internacionales han alzado una y otra vez su voz, para fomentar una
conciencia medioambiental entre las naciones.

El 22 de abril, Día de la
Tierra, se celebra en muchos países en el empeño de crear una
conciencia común encaminada a encontrar vías de solución a estos desafíos de la
humanidad.  

Pero no es suficiente, y ojalá no sea ya demasiado tarde: Despilfarro del
agua,   derrame de petróleo en los mares, excesivo uso de fuentes no
renovables de energía,   deforestación, exterminación de especies de
plantas y animales, tala indiscriminada de árboles, industrias y poblaciones
que derraman sus desechos al medio ambiente, guerras que destruyen la vida. Ese
es el panorama actual.

Cuba no escapa a esa realidad. Aunque se hacen grandes esfuerzos por
promover una conciencia medioambiental, todavía existen entidades altamente
contaminantes, mientras la conducta ciudadana aún no responde en toda su
dimensión a la necesidad de proteger el medio ambiente, y el entorno de
nuestras comunidades, o lo que es lo mismo, el lugar donde vivimos y
trabajamos, y donde crecerán las generaciones futuras.

La implantación de sistemas de gestión ambiental, sobre todo en las empresas
en perfeccionamiento, la educación de niños, adolescentes y jóvenes en este
sentido, el desarrollo de proyectos comunitarios con amplia participación
popular, así como el empeño de mantener este tema en la agenda de las
estructuras de gobierno, son propuestas e iniciativas que demuestran el interés
de la isla en promover una cultura ecológica , y a favor de soluciones que
contribuyan a la mitigación de los efectos del cambio climático.

En septiembre del 2010, Fidel decía en una intervención pública ante jóvenes
cubanos en la Escalinata
de la Universidad
de la Habana:
"El planeta está más débil y contaminado… Por favor, piensen siempre en
lograr una paz verdadera, que nos conviene a todos, hijos, nietos, todos los
seres humanos”.

Que sea este el llamado que nos convoque hoy en este día mundial de la tierra.